Jorgelina Gherbi

Empecemos por el principio

La mayoría de las personas que se dedican a algo relacionado con la gastronomía, chefs, pasteleros, panaderos, decoradores de tortas y un largo etc. cuentan que su pasión por cocinar comenzó en su niñez o recuerdan que su madre, o su abuela cocinaban y “metiendo mano” en la cocina encontraron su vocación.


En mi caso, no tengo mucho registro de estar en la cocina haciendo ninguna receta con nadie. Tengo más recuerdos que se relacionan con comer exquisiteces, me encanta comer, siempre disfruté mucho la comida, tanto salada como dulce y han quedado en mi memoria muchas preparaciones que por supuesto eran únicas: como cocina mamá o la abuela ¡no cocina nadie!


Mi amor por la pastelería en realidad comenzó un poco tarde, luego de terminar el colegio secundario, y habiendo “rebotado” de trabajo en trabajo porque así pasa en un país como éste (tema aparte) y teniendo mucho tiempo libre, pasaba horas mirando el tan entrañable canal “Utilisima” donde me gustaba TODO, las manualidades en general siempre me gustaron y así fue como descubrí que existía la Decoración de Tortas nivel Dios.


Lo que se veía en ese canal era increíble, había reciclado, bricolage, costura, pintura, bijouterie, un mundo fascinante. No me olvido más de una torta de Gabriel Castillo, un dragón que lanzaba fuego, los modelados en Porcelana Fría, todo soñado.


Así fue como me empecé a sentir atraída por la decoración y recuerdo como si fuera hoy mis tres primeros colorantes: rojo y azul en pasta, y amarillo líquido. En casa ya había algunas boquillas y manga para decorar ya que mi mamá nos hacía las tortas de cumpleaños a mis hermanas y a mí con ayuda de mi papá que siempre fue muy hábil para cualquier trabajo manual, la torta que recuerdo más (porque hay registro fotográfico, jajaja) fue la de mis 6 años: ¡un barco!


Y me animé a la primera decoración, por supuesto con la idea sacada de Utilisima, hice unos payasos con manga, no recuerdo si eran de glasé o merengue pero el destinatario si lo recuerdo muy bien, por ese entonces mi novio, hoy mi marido y de esa torta hasta hoy han pasado ya 27 años… ¡uuff!


(No, no te la puedo mostrar porque no encontré la foto, ji ji 🤭)

Mi carrito