Jorgelina Gherbi

Yo, la pandemia y las redes sociales

“El burro adelante para que no se espante” Si, porque primero tengo que hablar de mí. Soy una persona sociable, en general no tengo problemas para hablar en público, me paro frente a un grupo de alumnos sin ningún problema y puedo expresarme con mucha naturalidad y en la relación con mis alumnos siempre fui abierta, pero nunca me gustó mostrarme demasiado en internet, siempre que publico algo personal es solo para mi círculo más íntimo o para personas con las que he tenido alguna relación fuera del ámbito laboral. Por eso tengo una cuenta personal y una laboral. Cada cosa en su lugar.


Con la llegada de la pandemia cambiaron “las formas”. Ya no pude estar frente a frente con mis alumnos, tuve que mudar mi mundo real al virtual, comencé haciendo clases en vivo, luego clases grabadas, para eso fue necesario aprender a filmar y editar, para lo que tuve que comprar un programa de edición de videos y aprender a usarlo, subir las clases a internet, busqué alternativas y creé mi curso en una plataforma especializada, pero no es suficiente con “estar” en la web, tenés que aplicar estrategias de marketing, diseñar flyers, implementar e-mail marketing, tener embudos de venta y landing pages, diseñar tu buyer persona y definir tu nicho de mercado y hacer SEO, para luego publicar contenido de valor gratuito que atraiga alumnos/clientes y ahí es donde entran en juego las redes sociales con su cruel algoritmo, te muestran si tienen ganas y si les pagas, pero no es suficiente con pagar publicidad, tenés que aprender a hacer publicidad de forma correcta porque por más que pagues mucho, si no lo haces bien, no sirve. 


Y en todas estas actividades que resumí en unos pocos renglones se te va un año… dos años… gastando tiempo, energía y dinero en capacitarte y quemarte el cerebro haciendo cosas que no te interesan, si así fuera hubiera estudiado diseño o marketing o alguna de todas esas profesiones tan bonitas que están de moda pero que no tienen nada que ver con lo que amo, con lo que me apasiona. Y llega un día que te replanteas si estás en el lugar correcto, si estás haciendo las cosas bien, si seguís en el mismo barco o te bajas.


Se siente mucha bronca, tristeza, frustración y a veces llegan las inseguridades, pero después de pasar por todos los estados de ánimo y responderme a mí misma un montón de preguntas llegué a la conclusión que de todo se aprende y que, aunque modifique las estrategias debo seguir siendo fiel a mi pasión por lo que hago y no dejarme llevar por las modas, los requerimientos de la tecnología o la sociedad de hoy, así que no me van a ver nunca haciendo nada que no me nazca, todo lo que podrán ver publicado va a ser lo que sale del corazón, de la pasión, y del amor por enseñar.

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